miércoles, 8 de febrero de 2012

Despedidas

Muchas veces suelo justificar el porqué no escribo a la falta de tiempo, a dedicarme a la fotografía, leer o simplemente perder las horas en cosas sin sentido.
Últimamente he tenido muchas ganas de escribir, mucho o poco pero hacerlo. Aunque haya considerado suspender un poco ésto de las letras como medio de desahogo, pues al volver a leer páginas del pasado me encuentro con que me avergüenza mi sentir de aquellos días. En fin, ahora es un poco diferente.
Hace muchos días tuve una despedida difícil, decirle adiós al amor no es nada simple y mucho menos cuando lo habías buscado durante mucho tiempo y a pesar de encontrarlo, tuve todo el tiempo el conocimiento de que era casi imposible, mi primer impedimento: la distancia. Aunado a ésto, mis múltiples problemas y conflictos , y con ésto me refiero a mis altibajos emocionales. Un día feliz, al otro triste, un día amando y otro odiando, ¿seré la única mortal con éste grave problema sin cura?.
Y así dije adiós, sin saber si regresaré mañana o pasado, de día o de noche....
Pasaron los días y recuperé de a poco mi ser solitario y sin tantos conflictos, extrañando mucho y luego poco, pero teniendo siempre confianza en que mi nueva yo es segura y sabe tomar decisiones, porque pocas veces soy así. Siempre conmoviéndome por los demás y nunca por mí, siempre llorando por películas románticas y no por el drama de mi vida. Caminando y viendo parejas felices y luego ver a solitarios como yo, disfrutando del silencio ajeno, de un café o de una tarde en el parque.
Sola, a veces con amigos, otra veces en familia. Analizando cómo dicen "estoy contigo", y yo ¿con quién estoy? ¿estoy?.
Es un poco absurdo pensar en mi soledad y por qué me siento así, y a pesar de estar con personas que me quieren, me siento así: sola. No es una queja, ni mucho menos un reproche en el que espero un abrazo y un apretón de hombro, es más un secreto que confieso ahora y a pesar de decirlo siempre tengo la certeza de que nadie lo escucha.
Sí, sonrío y luego canto. A veces lloro, pero la mayor parte del tiempo  me aguanto. Hoy amanezco feliz y mañana triste. Quiero comer todo lo que se me antoja y al cabo de unas horas no moverme de la cama, que es el único lugar donde me siento cómoda porque abriga mis sueños por las noches, me resguarda y sabe todo de mí, cuando tengo miedo y cuando tengo dudas.
Hoy, ayer y anteayer fueron de esos días en los que me cuesta desprenderme de mi cama, pareciera que me aferro a quedarme dormida o siquiera acostada, aunque sean las cuatro de la tarde. Y es que en realidad ¿qué me impide quedarme todo el día en cama? Los ruidos de la calle despierta, mi gata jugueteando y ronroneando, mamá desesperada por mi pereza, mis necesidades biológicas, el dolor de espalda, la luz del día.
En fin, hoy es un día como ayer y antes que ayer y antes antes que ayer, y a pesar de los intentos por darme ánimos, por verme sonreír dos segundos, por arrancarme una carcajada aunque sea fingida, nada o nadie lo logra. Quisiera por un instante extraer las penas desde adentro para ahogarlas con las lágrimas que he tragado últimamente, pero no hay remedio ni cura. ¿Existen clases de dolor? ¿cómo nombramos a ése que nos da en el estómago, al que dicen que es como un nudo? ¿cómo le llamo a ése que te provoca el inmenso vacío en tu ser bloqueando la verdadera noción de la realidad?

Hace unos días sin querer adquirí un nuevo ángel en el cielo, alguien que seguramente me está escuchando desde el pensamiento. Alguien a quien voy a extrañar con toda el alma, y a pesar de prometer no llorarle, no evito sentir el acumulamiento húmedo, ése que cae como las gotitas de lluvia que ahora mismo resbalan en mi ventana. Será muy arriesgado si afirmo su presencia cuando todo está en silencio, pero sé que me acompaña ahora más de cerca.
Los primeros días me reprochaba el no haber estado con ella antes, el no verla sonriente y amable como ahora la recuerdo. El no haber recibido de su mano un saludo y de su boca un beso maternal, el no haber escuchado "hija" de su viva voz...
Sin duda alguna el peor error de los seres humanos es el de creernos inmortales, o pensar que para ése día falta mucho. A mí se me fue tan rápido, sin decirme "hija, siento que me voy" o presentir que por obra de alguna enfermedad la estaría despidiendo de a poco.
Todo fue un viernes, para mi historia ahora es el viernes negro.
No volví a ver sus ojitos abiertos como hacía días, mañana exactamente un mes.
No volví a verla caminar por su gran pasillo rodeado de flores de diferentes colores y olores.
No volví a sentir su mano con la mía, cálida en un saludo.
No volví a escuchar su voz...
Éste angelito se me fue al cielo hace una semana, y éstos días se me han hecho eternos con su ausencia.
Nos armamos de buenos recuerdos, y nos destrozamos con los malos.
Ojalá me hubieran permitido verte como todos un día antes, aunque sólo fuesen cinco minutos. Pero sin duda las cosas pasan por algo, quizá si te hubiera visto como todos, estaría aún más destrozada y triste.
*Suspiro*
Sé que estás en un lugar mejor, no sufres ahora de las inclemencias de febrero loco. Te extraño mucho, me encantaría verte y escucharte de nuevo, pero al parecer Dios tiene destinado el encuentro para mucho después, así que comenzaré a cosechar paciencia.
Despedidas las tenemos a diario, bienvenidas no siempre.
Procuraré que al caminar, mis ojos no se claven siempre en el suelo pues quizá y un día de éstos cuando mire al cielo reciba tu señal, ésa por la que tanto he pedido en los últimos días.
Despedidas, no sería correcto decir adiós sino hasta luego.
Despedidas, sin duda afirmo que ésta ha sido la más dolorosa de mi vida.
Y a pesar de encontrar un poco de calma en la noche, mientras sueño, sé irremediablemente que al despertar estará ahí la ausencia y tu recuerdo.
Hoy es de esos días que me siento menos, sin chiste, sin gracia y no querida.
Ya mañana será otro día.



Te extraño mucho abue </3 y lo haré siempre.
 9.2.12

lunes, 5 de diciembre de 2011

Intermitente

Tenía bastante tiempo que no le daba a esto de la escritura y es ahora cuando recuerdo a cierto hombre que me decía que yo sólo escribo cuando algo triste pasa en mi vida. Analizando ése argumento me doy cuenta de que quizá es cierto.
Bien, han pasado muchas cosas que por algún motivo u otro no he querido transferir a  mi prosa mi sentido. No me sentía con las ganas suficientes para dedicarle un tiempo a las letras que muy forzadas querían salir a la luz.
Estoy otra vez en una de las etapas de mi vida donde me da por reflexionar y ponerme toda melancólica, enojada, triste, ansiosa... ¿la razón? La desconozco por completo.
Faltan veintiséis días para que se termine el año y comience el "último año de la humanidad, 2012". Que si se acaba el mundo, que si los mayas y sus predicciones, que si esto que si lo otro. Pero lo cierto es que en días como hoy me da por pensar si soy realmente lo que creo ser o si mi estancia en esta vida tiene justificación. No quiero convertirme en una mujer sin razones, llena de temores y de dudas. Quisiera poder decir sí cuando lo siento y no cuando me callo.
Odio ser tan intermitente, decir que siento y amo para al cabo de dos horas  ponerme fría y decir que odio a todo el mundo.
En realidad no odio a todo el mundo, amo a unas cuantas personas y en realidad puedo contarlas con los dedos exactos de una mano.
Me odio a veces, me odio poquito y luego mucho.
Pero me odio más en invierno cuando los recuerdos y el recuento del año me hacen querer ahogarme con las lágrimas que me trago porque soy tan cobarde para llorar afuera.
Hoy me odio y odio a unos cuantos...

jueves, 25 de agosto de 2011

Sólo tengo ganas de echar afuera palabras...

¿Por dónde empiezo ésto?
Mis ideas al día de hoy no tienen pies ni cabeza...por lo tanto advierto que para mí será difícil vomitarlas tanto como para ti digerirlas, pero empezaré por decir que quizá esto que leerás mi querido lector no sea para nada parecido a lo que has leído de mí...
No pretendo extenderme tampoco en los nuevos síntomas de un "sentimiento" nuevo que se presenta en mí tan parecido a un dolor casi indescriptible...que no provoca para nada calma y que a su vez te mantiene alerta.
¿Cómo sabes qué estás haciendo lo correcto?, es decir ¿nuestra razón se opone a tu percepción inmediata?
Últimamente la metamorfosis, que dejé pendiente hace algunos meses, ha continuado el proceso que suspendí porque parecía un tanto doloroso. Y no me atrevo a decir con confianza que he cambiado..sigo siendo una tonta soñadora para muchos y para otros más "alguien especial". ¿Especial porqué?
El caso es que dentro de esa metamorfosis aprendí a dejar personas y con ellas los dolores que ocasionan con o sin intención. Aprendí que es mejor decir un adiós a tiempo que un adiós perpetuo lleno de nostalgia.
Dejar ir no siempre es fácil, menos si te aferras a lo que muchos llaman un imposible, porque te cuesta más desprenderte de lo que nunca fue tuyo. Algo así como un deseo sin cumplir...lo que esperas a sabiendas de que jamás llegará.
Y es en este punto cuando pienso, ¡es tan díficil vivir, pero más no hacerlo!
Vivir quizá te haga esclavo de situaciones que no planeas, de la rutina, de sentimientos, pero dejar de vivir te hace guiñapo del tiempo y de sus caprichos con prisa.
Podría decir que no me arrepiento de lo que he hecho, pero sería una gran mentira. Mi arrepentimiento no es hacia las experiencias adquiridas, sino de no saber con quién las adquiriría y cómo acabarían...
En fin, sólo tenía ganas de echar afuera palabras..

                                                                   

domingo, 14 de agosto de 2011

¿Cuándo te dejaré ir?

Una razón más para desaparecer...
Últimamente las cosas tratan de acomodarse por otros rumbos...y no son lo que quiero ni espero.
No sé qué piense de mí..si para él sólo soy la chica que debe "cubrir los huecos" o hacer otros más.

Ayer soñé en él...uno de tantos en el universo y quizá nadie para mi consciente cansado....
Y aún no me explico porque la proyección de lo onírico resulta más interesante y casi perfecto que mi triste realidad...
Si lo veo en lo "real" mis sentidos no colapsan, más bien se apaciguan como las aguas en los ríos fríos y casi reposan en lo eterno de una charla.
No me pierdo en sus ojos o sus palabras casi frías...más bien me envuelvo en lo vacío o profundo que puede resultar una palabra suya...
No provoca nada en mí despierta, sólo espera para atacarme por las noches, dejando atrás mis miedos casi reales.
¿Lo dejo, no lo dejo ir? ¿Lo quiero o lo quiero querer?

Quizá sólo sea mi miedo ya irracional al amor...a lo que significa entregar de nuevo todo el ser sin ataduras o temores.
Lo hice una vez...no hace mucho tiempo.
Lo hice una vez y con toda la ilusión de alguien que no esperaba más que un beso por recompesa, el cual nunca de los nuncas llegó.
Aún lo espero...ya veo llegar septiembre y las hojas naranjas de los árboles...el segundo otoño de mi vida sin él.
No lo quiero dejar, no lo quiero olvidar. A pesar de haberme dejado cuando más lo necesitaba.
Por su recuerdo aún guardo luto...Por su querer aún guardo el corazón.
Es por eso que no quiero dejar entrar a alguien más...
Creo que es la condena que involuntariamente castiga el pecado de la cruda distancia...

Quizá él ya me olvidó o está en ese proceso...quizá en algún instante de sus días piense en mí...
¿Te dejo ir? ¿cuánto más apuestas que dura mi dolor?

martes, 9 de agosto de 2011

Si es que aún me amas...

Pareciera que por más que quiero arrancarte, más te aferras a mi ser. En cada poro sigues respirando, en cada suspiro sigues atrapado.
¿Y qué gano con tus recuerdos?
Sólo noches con insomnio, días de desvelos.
Regresa a mí esta noche, no me dejes sola un minuto más.
No hemos perdido, no te he perdido.

Sólo di que sí, regresa hoy o mañana, sólo no tardes por favor.
Solo di que sí y que me sigues queriendo.

Si no es ese tu deseo, si ya encontraste alguien más, mátame esta noche... rápido y sin más dolor.
Que mi vida dejó de ser vida el día de tu partida.
Sólo mátame sin decir nada, mátame sin verme a los ojos que no resistiría.
Dame sólo un beso fugaz que se pierda entre lo frío de mis labios...

Si aún me amas, vuelve...Aún te espero, como toda la vida lo he hecho...

Sé lo que dije esa noche...y simplemente no puedo... hoy en esta fría madrugada esta canción me hace compañía. Es para ti, lo dice todo de principio a fin, donde quiera que estés sólo espero que estés bien, en paz...no como yo.

Siento en el alma unas ganas inmensas de llorar, tú me haces falta y juré no decírtelo jamás. Yo quiero hacerte con mis lágrimas un collar de perlas. Déjame llorar porque hoy que te perdí queriéndote olvidar me acuerdo más de ti. Si es un delito amar, un delincuente soy. ¿Por qué no he de pagar las culpas de mi amor? Yo quiero hacerte con mis lágrimas un collar de perlas. Déjame llorar porque hoy que te perdí
queriéndote olvidar me acuerdo más de ti.


domingo, 7 de agosto de 2011

Deseo...

Agosto ocho, ocho del ocho.

He intentado encontrar de nuevo el rumbo y me resulta más difícil que cuando me perdí...
Resultaría demasiado arriesgar respuestas y caminos, personas y lugares. Lo cierto es que ya no me encuentro...Desearía tanto decir "estoy bien".

¿Qué tanto tengo que pagar? ¿Fue mucho lo que perdí?
Lo cierto es que nada es comparable, ninguna sonrisa, ningún parpadeo, ningún tono de voz. Nada, absolutamente nada se compara.
Cada día crece el tortuoso desvelo que desgarra mi sentir por dentro y en silencio.
¿Es mucho lo que me falta por "sufrir"? Quizá hoy sólo sea un trago amago sin veneno pero con el objetivo previo de matarme poco a poco...
¡Lo admito! Me hace falta.
¡Lo admito! Se llevó entre las manos un pedazo de mi alma. ¿Y para qué? ¿Para hacer de ese único pedazo una tortura a ciegas?

Desearía tanto decir "estoy bien", desearía tanto rescatar ese pedacito de mi alma, desearía tanto borrarte de mi mente más que de mi corazón.
Es tan dificil hacerse la fuerte, decir que ya no siento nada.

domingo, 17 de julio de 2011

Raining in Athens

Hoy fue uno de esos días en que el cielo gris sólo inspira una cosa, quedarse acostada mirando a través de la ventana para ver caer gotas de lluvia...
Encendí la computadora y comencé a buscar algo de música para amenizar el rato, encontré la misma música de simpre...
Luego entre vídeos me topé con una banda que llamó mi atención por el título: Azure ray.
Escuché dos o tres canciones hasta que en mis oídos impactó "Raining in Athens", no sé si el "raining" tenía algo que ver con las "inclemencias" del tiempo de los últimos días o fue sólo una mágica coincidencia de palabras...
Para ser honesta mi estado anímico buscaba algo tranquilo, melancólico, una voz dulce que entrara por mi oídos y se quedara en mi cabeza de ser posible hasta la madrugada...
Pongo play...cierro los ojos.
"Still I think of you, baby...."
Suspiré pensando que la voz de aquella mujer desconocida describiría algo con lo que me identificaría...
Lo cierto es que además me perdí con aquellos sonidos delicados que provocaron una paz en mí, es la magia de dos voces, es algo más que relatar toda una historia en pocas palabras...
Una historia que quizá algún día se identifique con la mía...
Me quedé sin palabras esta noche, sólo quiero dormir por un largo rato y despertar cuando todo esto que siento se haya ido...

Still,
I think of you, baby
And how i grew old with you then
And this summer, you'll call-maybe
And act as if we were old friends
You'd say, 'how are you, baby'
I'd say, 'it's raining in Athens'
And to this day
I nurse the fever
That spoiled my poor heart
And i've mastered the art of dealing
Slipping away without falling apart
So when this summer, you call-maybe
And ask how
I've been
I can be honest and answer plainly
'Since november, it's been raining'...


En mi caso sería:
"So when this summer, you call-maybe
And ask how
I've been
I can be honest and answer plainly
'Since june, it's been raining'..."


Te extraño...
Posdata: ¿Existirá algún método, menjurje o aparato que sirva para borrar a alguien de mis recuerdos? Si alguien sabe algo respecto, favor de avisarme.