jueves, 25 de agosto de 2011

Sólo tengo ganas de echar afuera palabras...

¿Por dónde empiezo ésto?
Mis ideas al día de hoy no tienen pies ni cabeza...por lo tanto advierto que para mí será difícil vomitarlas tanto como para ti digerirlas, pero empezaré por decir que quizá esto que leerás mi querido lector no sea para nada parecido a lo que has leído de mí...
No pretendo extenderme tampoco en los nuevos síntomas de un "sentimiento" nuevo que se presenta en mí tan parecido a un dolor casi indescriptible...que no provoca para nada calma y que a su vez te mantiene alerta.
¿Cómo sabes qué estás haciendo lo correcto?, es decir ¿nuestra razón se opone a tu percepción inmediata?
Últimamente la metamorfosis, que dejé pendiente hace algunos meses, ha continuado el proceso que suspendí porque parecía un tanto doloroso. Y no me atrevo a decir con confianza que he cambiado..sigo siendo una tonta soñadora para muchos y para otros más "alguien especial". ¿Especial porqué?
El caso es que dentro de esa metamorfosis aprendí a dejar personas y con ellas los dolores que ocasionan con o sin intención. Aprendí que es mejor decir un adiós a tiempo que un adiós perpetuo lleno de nostalgia.
Dejar ir no siempre es fácil, menos si te aferras a lo que muchos llaman un imposible, porque te cuesta más desprenderte de lo que nunca fue tuyo. Algo así como un deseo sin cumplir...lo que esperas a sabiendas de que jamás llegará.
Y es en este punto cuando pienso, ¡es tan díficil vivir, pero más no hacerlo!
Vivir quizá te haga esclavo de situaciones que no planeas, de la rutina, de sentimientos, pero dejar de vivir te hace guiñapo del tiempo y de sus caprichos con prisa.
Podría decir que no me arrepiento de lo que he hecho, pero sería una gran mentira. Mi arrepentimiento no es hacia las experiencias adquiridas, sino de no saber con quién las adquiriría y cómo acabarían...
En fin, sólo tenía ganas de echar afuera palabras..

                                                                   

domingo, 14 de agosto de 2011

¿Cuándo te dejaré ir?

Una razón más para desaparecer...
Últimamente las cosas tratan de acomodarse por otros rumbos...y no son lo que quiero ni espero.
No sé qué piense de mí..si para él sólo soy la chica que debe "cubrir los huecos" o hacer otros más.

Ayer soñé en él...uno de tantos en el universo y quizá nadie para mi consciente cansado....
Y aún no me explico porque la proyección de lo onírico resulta más interesante y casi perfecto que mi triste realidad...
Si lo veo en lo "real" mis sentidos no colapsan, más bien se apaciguan como las aguas en los ríos fríos y casi reposan en lo eterno de una charla.
No me pierdo en sus ojos o sus palabras casi frías...más bien me envuelvo en lo vacío o profundo que puede resultar una palabra suya...
No provoca nada en mí despierta, sólo espera para atacarme por las noches, dejando atrás mis miedos casi reales.
¿Lo dejo, no lo dejo ir? ¿Lo quiero o lo quiero querer?

Quizá sólo sea mi miedo ya irracional al amor...a lo que significa entregar de nuevo todo el ser sin ataduras o temores.
Lo hice una vez...no hace mucho tiempo.
Lo hice una vez y con toda la ilusión de alguien que no esperaba más que un beso por recompesa, el cual nunca de los nuncas llegó.
Aún lo espero...ya veo llegar septiembre y las hojas naranjas de los árboles...el segundo otoño de mi vida sin él.
No lo quiero dejar, no lo quiero olvidar. A pesar de haberme dejado cuando más lo necesitaba.
Por su recuerdo aún guardo luto...Por su querer aún guardo el corazón.
Es por eso que no quiero dejar entrar a alguien más...
Creo que es la condena que involuntariamente castiga el pecado de la cruda distancia...

Quizá él ya me olvidó o está en ese proceso...quizá en algún instante de sus días piense en mí...
¿Te dejo ir? ¿cuánto más apuestas que dura mi dolor?

martes, 9 de agosto de 2011

Si es que aún me amas...

Pareciera que por más que quiero arrancarte, más te aferras a mi ser. En cada poro sigues respirando, en cada suspiro sigues atrapado.
¿Y qué gano con tus recuerdos?
Sólo noches con insomnio, días de desvelos.
Regresa a mí esta noche, no me dejes sola un minuto más.
No hemos perdido, no te he perdido.

Sólo di que sí, regresa hoy o mañana, sólo no tardes por favor.
Solo di que sí y que me sigues queriendo.

Si no es ese tu deseo, si ya encontraste alguien más, mátame esta noche... rápido y sin más dolor.
Que mi vida dejó de ser vida el día de tu partida.
Sólo mátame sin decir nada, mátame sin verme a los ojos que no resistiría.
Dame sólo un beso fugaz que se pierda entre lo frío de mis labios...

Si aún me amas, vuelve...Aún te espero, como toda la vida lo he hecho...

Sé lo que dije esa noche...y simplemente no puedo... hoy en esta fría madrugada esta canción me hace compañía. Es para ti, lo dice todo de principio a fin, donde quiera que estés sólo espero que estés bien, en paz...no como yo.

Siento en el alma unas ganas inmensas de llorar, tú me haces falta y juré no decírtelo jamás. Yo quiero hacerte con mis lágrimas un collar de perlas. Déjame llorar porque hoy que te perdí queriéndote olvidar me acuerdo más de ti. Si es un delito amar, un delincuente soy. ¿Por qué no he de pagar las culpas de mi amor? Yo quiero hacerte con mis lágrimas un collar de perlas. Déjame llorar porque hoy que te perdí
queriéndote olvidar me acuerdo más de ti.


domingo, 7 de agosto de 2011

Deseo...

Agosto ocho, ocho del ocho.

He intentado encontrar de nuevo el rumbo y me resulta más difícil que cuando me perdí...
Resultaría demasiado arriesgar respuestas y caminos, personas y lugares. Lo cierto es que ya no me encuentro...Desearía tanto decir "estoy bien".

¿Qué tanto tengo que pagar? ¿Fue mucho lo que perdí?
Lo cierto es que nada es comparable, ninguna sonrisa, ningún parpadeo, ningún tono de voz. Nada, absolutamente nada se compara.
Cada día crece el tortuoso desvelo que desgarra mi sentir por dentro y en silencio.
¿Es mucho lo que me falta por "sufrir"? Quizá hoy sólo sea un trago amago sin veneno pero con el objetivo previo de matarme poco a poco...
¡Lo admito! Me hace falta.
¡Lo admito! Se llevó entre las manos un pedazo de mi alma. ¿Y para qué? ¿Para hacer de ese único pedazo una tortura a ciegas?

Desearía tanto decir "estoy bien", desearía tanto rescatar ese pedacito de mi alma, desearía tanto borrarte de mi mente más que de mi corazón.
Es tan dificil hacerse la fuerte, decir que ya no siento nada.