El día de hoy escuché la radio, no soy del tipo de personas que se emocionan escuchando música comercial y “locutores” que hablan al tanteo en cierta estación radial de la ciudad.
Con esto no quiero decir que todos los programas sean iguales. Existen muchos que valen la pena ser escuchados.
Regresando al acto donde escuchaba la radio en el auto, la locutora hacía lo de siempre, invitar a los radioescuchas a comunicarse, bromea un poco, y menciona algo referente a la fecha: dos de octubre.
Fue en ese momento cuando mis sentidos despertaron un poco, traté de poner más atención…
Lo que yo no sabía era que el programa estaba a punto de terminar. La locutora invitaba a la audiencia a escuchar otro programa por la tarde, menciona más cosas, pero yo no reaccioné hasta escuchar la siguiente frase “ESTAMOS CELEBRANDO CUARENTA Y DOS AÑOS DE ESE HECHO….”
¡¿Celebrando?!
¿Un acto genocida se celebra?, ¿se aplaude?
Tal vez la locutora empleó mal el término “celebrar”. Un error lo comete cualquiera. Aunque en ese momento me daban unas ganas tremendas de tenerla en frente y darle un….Bueno, no lo diré.
En fin, esto me lleva a lo siguiente:
Sé que a muchos ni les interesa o ignoran lo sucedido aquella tarde del 2 de octubre de 1968.
Tampoco es de esperar que después de esto lo hagan.
Pero creo que es importante hacer una reflexión.
Soy joven y soy estudiante.
Como muchos otros más, tengo ilusiones y ganas de pensar, decir y actuar como yo quiera.
Me molestan muchas cosas (como a tantos más), la inseguridad en el país, las olas de violencia por minuto en cada esquina, la impunidad, el gran problema de muchas autoridades conocido como ceguera y sordera agudas, la complicidad de muchos más, la ignorancia, la idea de que aquí “no pasa nada”, el circo barato que tiene como protagonistas a sacos llenos de porquería que dicen “discursos bonitos” y endulzan los oídos de tontos, la pobreza de muchos y la riqueza de pocos…en fin.
Pero también me molesta el tipo de personas que creen que no se puede hacer nada, que miran con indiferencia a la persona que camina al lado de ella y está siendo secuestrada o robada. También los que creen que con quejarse solucionan todo. Los que tiran basura en la calle…
En fin, creo que si sigo mencionando todo aquello que me molesta, no llegaría a nada.
El punto es, que la mayoría somos los buenos, los que sí queremos levantar la voz y actuar.
Esta fecha no es para gritar “2 de octubre no se olvida” en vano.
Tampoco para dar cabida a actos de vandalismo y desmanes.
Considero que es para restregarle a nuestro gobierno en las narices que no estamos conformes!
Que la situación en cuarenta y dos años no ha cambiado.
Es para exigir que verdaderamente hagan su trabajo
Para gritarles hasta quedar sin aliento que no estamos de acuerdo!
Que estamos hasta la madre de tanta porquería!
Este día para muchos es como cualquier otro. Jefas y jefes de familia que salen a la calle a trabajar para “ganarse el pan de cada día”. Niños que sólo se preocupan por jugar videojuegos donde el que “mata más gana”. Adolescentes que están más preocupados por su acné o complejos físicos que por sus calificaciones. Jóvenes que están preparando la borrachera de la noche…
En fin, la realidad de nuestro México lindo y querido no es otra más que esta…la que no hace falta describir porque la conocemos mejor que el Himno Nacional…
Es desesperante y provoca tanta impotencia la pasividad de muchos, la indiferencia de otros más…
Hoy es un día para reflexionar, no sólo para ir gritando por las calles y hacer “bulto”, es un día para recordar que la voz del pueblo supera la del que lee detrás de un estrado o levanta la mano desde un curul…
Sin más, dejo esto que escribí hace dos años, lo he modificado para este año.
Dos de octubre no se olvida, nunca se olvidará…
Ya han pasado cuarenta y dos años desde que las voces de libertad y quedaron selladas bajo el sonido de las bayonetas y gritos de desesperación.
Ya han pasado cuarenta y dos años desde que los ideales de justicia y libertad se despertaron de entre los jóvenes, quienes soñaban con una imagen utópica aún viva en la actualidad, quizás en muchos de nosotros.
El tiempo pasó, y los hechos quedaron inertes debajo de la lluvia caída esa triste tarde…
El miedo reinó, y la esperanza de que la justicia llegara, ¡aún se espera!
Hoy en día se recuerdan con impotencia y rabia, las cobardes acciones realizadas por un gobierno mediocre, miedoso y también hipócrita, ante la situación vivida en ese entonces, que le tuvo pavor a una juventud nueva, innovadora, insaciable en la búsqueda de mejora…
Desde que las ideas y las voces, que pretendían iniciar el cambio tan necesario para una sociedad inhibida y reprimida, quedaron encerradas entre tres paredes y una reja de metal…el espíritu de lucha se hizo más y más fuerte durante décadas, hasta el tiempo presente, en el que aún no se olvida lo que se quiso alcanzar.
Y en estos tiempos no llega a borrarse el prototipo de creatividad característico de la época, que fue capaz de subsistir a pesar de la censura y de la falta de crítica comprensiva de tantos…
Los cambios han sido pocos, y los que realmente se necesitan están siendo oprimidos por los que temen a éstos… mucha gente teme al cambio y es por esto que el movimiento no ha muerto!
Se invita a continuar después de cuarenta y dos largos años, con los ideales una vez iniciados gracias a los compañeros del 68, caídos bajo el cielo verde con luces de bengala en la Plaza de Tlatelolco… ¡No olvides que si quieres cambiar el rumbo de nuestro país, la tendencia ideal a mantener el espíritu joven sigue en pie, siempre y cuando nunca dejemos de lado innovar, crear y soñar!
¡¡¡Viva el sueño de libertad nunca muerto!!!
¡¡¡Viva la juventud!!!
¡¡Arriba los intelectuales dormidos desde el 2 de octubre de 1968!!
¡¡Arriba el Che!!
¡Dos de octubre no se olvida….y menos a cuarenta y dos años!
