martes, 12 de julio de 2011

Son las tres de la mañana, estaba  punto de dormir pero entre letras y dudas decidí escribir esto.

He hecho una pequeña pausa antes de continuar con estas palabras, hoy pensé en él. Y no como un hecho premeditado, tuve un sueño extraño. Un completo desconocido que buscaba como loco mi paradero; el nombre ya no lo recuerdo, pero en el sueño fue tanta la incertidumbre que me provocó querer conocer su identidad que me inquietó hasta en mi realidad.
¿Será él?
No sé, no lo creo. Lo cierto es que estuve a punto de buscarlo, sólo para cerciorarme de que estuviera bien. ¡Sopresa! no lo hice, ¿para qué? así estamos bien.

Termina mi pausa.

Ahora eres tú, sí tú. ¿Quién te crees para empezar a provocar en mí algo que debió haber surgido hace meses?
No lo hubiese creído hasta esa noche. Quería silenciosamente que pasara, pero nuestras miradas obviamente nos delataron. Sucedió. Me gustó.

Ayer por la madrugada que leía a Cortázar, me daba cuenta de que la vida no promete citas o encuentros previstos por algo que muchos llaman destino. Mira cómo nos fuimos a encontrar, y repito que no soy de las personas que cree en planes y citas anticipadas de manera pretenciosa, me gusta llevarme ese tipo de "sorpresas" que provocan más que una sonrisa o nervios por ver al otro. Causan esas ganas de aproximarnos como en las películas, corriendo lentamente y con cara de estúpido delatando esta condición através de unos ojos exageradamente iluminados.

Bueno, lo nuestro no pasó asi, pero el simple hecho de verte ahí, me hizo sentir algo más que sólo saber de ti por medio de una pantalla, movió indiscutiblemente mi ser. El resto de la historia de esa tarde noche ya la sabes.

Regresé a casa no sólo con una sonrisa envidiable, sino con la idea de que por algo pasan las cosas (cita que siempre está presente cuando quiero darme ánimos), por algo te vi ese dia. Me puse a cantar como hacía meses que no lo hacía, y en mí algo decía que tú siempre estuviste ahí, esperando. Muchas veces en silencio, pero estabas.

Ahora sólo falta resolver ese pequeño espacio de la hoja que inicia esta nueva historia, historia que pudo haber comenzado hace tiempo. Sólo quiero saber qué quieres de mí ¿una boca que te espere o unos ojos que te busquen?....

Pd. No compartas con ella  cerradas de ojos, apertura de labios y  conjugación de respiros...


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