domingo, 26 de junio de 2011

Para ti, la última.

Estoy loca, sí. Y tal vez lo que hice no fue lo correcto, entiéndeme, fui una mujer enamorada. Enamorada de ti, una mujer a la cual no le importó tomar la vuelta y caminar en el sentido contrario. No me importaba lo que pensaban los demás, ni siquiera me importaba lo que yo pensaba.
Durante más de un año me volví una persona que estúpidamente vivía de ilusiones. La gente dice que hay que perseguir los sueños, pero éstos me persiguieron a mí. No supe en qué momento dejé de ser yo, aquella tonta ilusa que escribía poemas e historias de amor, teniendo la firme convicción de jamás revelar el nombre del causante de esa inspiración. Fui tonta, tan tonta al decir el tuyo hace unos meses. Revelar al fin lo que inspirabas desde que pensé que tú eras mi alma gemela. Me traicioné a mí misma y a mis promesas. ¿Ahora qué tengo? sólo unas palabras que insistentes suplicaban a oscuras salir en medio de mi fría habitación.
Más de una vez me prometí también ya no escribirte nada, y veme aquí, sacando los residuos de mi alma para despedirte ya por siempre. Es justo y necesario como dice la letanía de la iglesia, te tienes que ir de mi vida...
Más de una vez supliqué a Dios por una señal, una señal para saber si hacía lo correcto.... ¿Pero qué es lo correcto?
Si sólo me bastaba con saber de ti a diario aunque no te viese. ¿Por qué yo? ¿Por qué tú?
Si bien algo aprendí con esto, es que no sólo bastan las palabras dulces o los suspiros atrapados entre labio y labio, se vuelve insuficiente leer un te amo o te extraño así, a distancia.
Cometemos locuras, todos los seres que se digan humanos lo hacemos, pero es una locura enferma saber que el querer de tal manera es hacernos daño.
Querer tanto mata, algunos mueren rápido por no ser correspondidos, otros morimos lento y de la manera más cruel y agonizante por saber que has encontrado a la otra parte (o al menos eso crees) pero que no puedes estar con él.
Sin duda la señal que he pedido no me la ha mandado aún Dios, si fuera así yo en estos momentos estaría escribiendo algo menos doloroso.
Esa señal me la has dado tú...Lo agradezco infinitamente, a pesar de la manera en cómo me sacaste de tu vida. Y reconozco, estoy loca y cometí una "locura", quizá esa sea la razón por la cual sin tocarte por un instante el corazón, rompiste el mio una vez más.
No te reclamo nada, al contrario, te pido una disculpa si tus sentimiento herí, al parecer ya descubriste que esa "perfección" que encontrabas en mí, no era más que el maquillaje de uno de mis múltiples defectos, buscar la verdad.
¿Y sabes? no me arrepiento de haberlo hecho, lo hice por ti, por los dos. Pero ahora eso no cuenta más. Y a pesar de aún quererte tanto, reservaré mis palabras (que tal vez te sean pesadas y ya no signifiquen nada para ti) para alguien más.
Nada está escrito, algún día quizá te conoceré.
Por ahora sólo quiero olvidarte para no comenzar a odiarte....
Quizá tu debas hacer lo mismo.
Recuerda que "te amo" son dos palabras que pesan más de lo que se aprecian escuchar, y si algún día las dijiste con vasta consciencia, haz ahora  favor de creer que no soy la mujer que buscabas.

Soy libre, somos libres. ¿ahora qué nos ata?
He dicho que ahora sí es lo último que escribo para el chico cósmico. (Esperemos que así sea)


Para ti, ya sabes quién, de alguien a quién nunca debiste haber conocido y menos así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario